Cómo ser un buen estudiante

Puede ser difícil determinar la combinación exacta de cualidades necesarias para tener éxito en los estudios, ya que tus necesidades, tu horario, tu trabajo, tu familia pueden cambiar a lo largo de tu carrera. Sin embargo, independientemente de quién seas, alcanzar tu objetivo de obtener un título requiere pasión, trabajo duro y un poco de ayuda en el camino. Estudiar una licenciatura puede ser difícil, además hay personas que estudian y trabajan al mismo tiempo, sin embargo eso no es problema ya que ellos pueden ser buenos estudiantes también siguiente estos consejos. Encuentra aquí licenciaturas mixtas que podrían interesarte.

Si te preguntas cómo ser un buen estudiante en la universidad (sin importar tu modalidad), a continuación encontrarás cinco consejos que te ayudarán a empezar:

Haz de los estudios una prioridad.

Una de las principales razones por las que los estudiantes no terminan sus tareas es porque no han tenido tiempo de terminarlas. Aunque es muy comprensible, también se puede evitar. Los estudiantes con altas tasas de éxito hacen de la escuela, y de sus calificaciones, una gran prioridad.

Los estudiantes de alto rendimiento están dispuestos a sacrificar un poco de sueño, tiempo de televisión, o esa noche de fiesta con los amigos con el fin de terminar la clase con una nota alta. El sacrificio y la obtención de esa nota de sobresaliente van a ser difíciles, pero es probable que sepas que esto es cierto: La mayoría de las cosas que merecen la pena lo son.

Conócete a ti mismo y aprovecha tus puntos fuertes.

¿Eres madrugador o noctámbulo? ¿Te gusta hacer un poco de tarea cada día, o prefieres hacerlo todo de una vez? ¿Memorizas la información tras la primera lectura o necesitas escribirla y repasarla? No importa cuáles sean tus respuestas, pero tienes que ser capaz de responder a estas preguntas.

Una vez que lo hagas, puedes crear un plan de acción que te permita utilizar tus puntos fuertes, como por ejemplo dedicar una hora antes del trabajo todos los días a escribir tu trabajo, o ir a la biblioteca durante cinco horas un sábado para evitar distracciones. Lo que sea que funcione para ti, hazlo.

No pierdas de vista el objetivo.

No has empezado tu carrera “porque sí”. ¿Por qué estás aquí y qué quieres? Tanto si tu objetivo es conseguir un ascenso en el trabajo, obtener un título diferente o superior, completar un objetivo que tienes desde hace 20 años, o cualquier otra cosa, hay una razón por la que has decidido estar en la escuela.

Puede ser fácil perder de vista tu objetivo en esos días difíciles, así que asegúrate de compartirlo con tu familia, amigos, tu jefe y otras personas. Muchos estudiantes también escriben su objetivo y lo guardan donde puedan verlo todos los días, como en el espejo del baño o en el ordenador. Sea como sea, ¡mantén la motivación!

Planifica con antelación.

Tan importante como conocerse a sí mismo es conocer su horario. ¿Has anotado alguna vez todo lo que haces en un día? Probablemente sea más de lo que crees. Este ejercicio también puede revelar “pepitas” ocultas de tiempo para encajar alguna lectura o investigación.

También es importante planificar con antelación si sabes que vas a estar fuera de la ciudad, que vas a dedicar tiempo extra a un proyecto de trabajo importante o que vas a tener un fin de semana lleno de partidos de béisbol de tus hijos.

Haz preguntas.

Probablemente ya lo hayas oído antes, pero la comunicación es la clave. A los instructores les gusta mucho que los alumnos hagan preguntas o se pongan en contacto con ellos: muestra un interés por querer aprender y una dedicación a hacerlo bien en la clase, y es una de las cualidades clave de un buen estudiante.

Tus instructores quieren hablar de la clase, compartir lo que saben y ayudarte a tener éxito. Asegúrate de saber cuándo son las horas de oficina de tus instructores y cómo puedes contactar con ellos.

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